• La mecha de Weinstein llega hasta la Universidad Complutense de Madrid.

  • Una cosa son los comentarios y otra es tener los testimonios para plantear una denuncia ante la Unidad de Igualdad. Llegaron gracias al correo electrónico que pusieron en marcha cuando estalló el caso Weinstein. En principio, era su aportación particular al #MeToo, pero en ese buzón empezaron a encontrar mensajes de otras alumnas que habían tenido problemas con el mismo docente. “Empezamos a tirar del hilo y empezaron a salir casos… y dices: qué locura”. Esos testimonios han servido para reforzar la versión de la joven que finalmente decidió denunciar ante la Unidad de Igualdad.

Noticia de El País.

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