La edad media del profesorado de la Universidad pública es de 54 años.

De 2016 a 2023 ésta va a perder —está perdiendo— a 16.200 docentes (el 16,76% de su plantilla). Por categorías, se prevé la jubilación de unos 5.400 catedráticos (50% de esta categoría) y 6.300 profesores titulares (casi el 20%). A estos trabajadores se sumarán otros 4.500 no funcionarios: sustitutos, asociados, visitantes o contratados doctor.

Las jubilaciones supondrán una sangría en universidades históricas —Autónoma de Barcelona (el 28,6%) o Complutense (24,7%)— y anecdótica en recientes como la Pablo de Olavide de Sevilla (5,3%).

“En Cataluña se consideró en 2012 que las plantillas de las universidades grandes estaban sobredimensionadas. Luego llegó la crisis y las tasas de reposición del 10%, del 50%… Y ahora, aunque el Estado permite reponer al 100%, la Generalitat a las grandes solo nos permiten convocar un 50% de plazas nuevas, aunque negociando conseguimos que sean el 65%”, cuenta Francisco Morente, vicerrector de Personal Académico de la Autónoma de Barcelona. “De todos modos, estamos tan infrafinanciados que no podríamos convocar el 100% de las plazas”, asegura. La CRUE calcula que entre 2010 y 2015 la Universidad perdió 4.520 millones de inversión por los recortes y que de 2016 a 2021 se sumarán otros 3.580 millones.

Noticia en El País

Categories: Notícies