Además, se han comprometido a preparar con la mayor celeridad posible un marco general de contingencia, que cada Universidad pueda adaptar posteriormente, para determinar la forma de proceder en cuanto a prácticas que no puedan desarrollarse en formato online.
Las universidades públicas andaluzas están trabajando ya en mecanismos de evaluación, guías docentes, adaptación del calendario académico y desarrollo de TFG y TFM.