Santiago Romero fue decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla entre 1997 y 2009. La sentencia detalla cómo el catedrático amenazaba con perjudicar las carreras docentes de las tres profesoras si no seguían sus mandatos. Una de ellas había accedido por concurso a una plaza de ayudante en noviembre de 2006, otra el año 2005 y la tercera se incorporó como profesora sustituta con contrato excepcional para posteriormente obtener una beca de investigación en el plan propio de la Universidad de Sevilla.

Los abusos sexuales tuvieron consecuencias en las carreras profesionales de las víctimas. Una de ellas tenía “un incuestionable deseo de dedicarse a la docencia” pero “ha terminado abandonando la misma por completo e incluso se ha marchado del país”, asegura el fallo. Otra estuvo de baja de forma prolongada a causa de problemas físicos y psicológicos derivados de los abusos de los que no se ha recuperado por completo.

Noticia en El Diario

Categories: Notícies