En el semestre de otoño todos los estudiantes de primer año vivirán en el campus, para que puedan generar una red con sus nuevos profesores y compañeros, según ha explicado la universidad en un comunicado. En el semestre de primavera lo harán los “senior”, es decir, aquellos en el último año de sus estudios. Y los de primer año volverían a sus casas. Aunque la decisión final sobre el segundo semestre se tomará en diciembre.
También tendrán prioridad para volver al campus los estudiantes que tengan dificultades para aprender en sus hogares y aquellos cuyas tesis requieran el uso de laboratorios y trabajo práctico.
Otras universidades, como Princeton o Yale, han optado por medidas parecidas.
La universidad mantendrá el coste de la matrícula (50.420 dólares; 44.540 euros), a pesar de estos cambios. Por ello, Harvard se enfrenta a una demanda colectiva puesta por un grupo de estudiantes que solicitan un reembolso parcial de la matrícula, ya que no están recibiendo las clases presenciales por las que pagaron ni participan de las actividades extracurriculares debido a la pandemia. Reclaman en total cinco millones de dólares.
