De acuerdo con la sentencia, la composición de la comisión de selección “no respeta el principio de composición equilibrada entre mujeres y hombres”.
La denunciante fue profesora agregada interina (contratada doctor interina) durante 17 años en un grupo de investigación que, segúna declara, la acosaba: “Llegó un punto en que ni me dirigían la palabra, me ignoraban en público, ni me informaban de las cuestiones más básicas del grupo de investigación… no tenía acceso a material de laboratorio ni a los recursos económicos colectivos, se me excluía de los congresos y conferencias que se organizaban…”. Sentía que “me querían forzar a abandonar mi puesto de trabajo, estrechando cada vez más mi margen de maniobra”. La comisión paritaria del procedimiento de gestión de conflictos interperpersonales de la UdG concluyó, tras escuchar a todas las partes que no hubo acoso laboral, pero sí “conductas mejorables e incluso malas praxis que en una institución pública como la UdG no deberían tener cabida”.
Actualmente, esta profesora está contratada como profesora asociada y trabaja en otro grupo de investigación de la UdG.
La UdG anunció que no recurrirá la sentencia, pero es probable que lo haga la persona que acabó ganando la plaza.