El precio de los menús universitarios para los estudiantes no becados era, hasta ahora, de 3,30€ por comida.
Por otra parte, la asociación Linkee, ofrece, dos veces por semana, un paquete con platos cocinados con carne o pescado y fruta y verduras. En los paquetes hay comida sobrante que, si no se distribuyese, iría a la basura, y también platos cocinados por chefs de restaurantes cerrados por las medidas contra el coronavirus.
Según un sondeo del Observatorio de la vida estudiantil, un 33% de estudiantes dice pasar por dificultades financieras y, de estos, un 16,8% dicen sufrir más dificultades ahora que en tiempo normal. Un 19% ha reducido las compras de primera necesidad. Los sucesivos confinamientos (entre marzo y mayo, y en otoño) interrumpieron las clases presenciales y llevaron al cierre de muchas instalaciones universitarias, al contrario que las escuelas e institutos secundarios, abiertos desde junio. Muchos estudiantes tenían trabajillos y los perdieron durante el primer confinamiento en un país donde muchos estudiantes viven lejos de sus padres, en residencias o pisos compartidos.
