Irregularidades en el colegio

En 1990, el “Colegio Internacional Nuevo Centro” obtuvo el concierto para 26 unidades de Educación General Básica. Menos de 4 años más tarde, el Ministerio de Educación, tras la resolución de un expediente, resolvió rescindir el concierto por incumplimiento grave de las condiciones de este. Concretamente consideró probados:

  • el incumplimiento de la normativa sobre admisión de alumnos;
  • la renovación anómala del Consejo Escolar del centro;
  • cobros indebidos por las actividades extraescolares de Gabinete Psicopedagógico y Gabinete Médico y por los servicios complementarios de comedor y transporte escolares, durante el curso 1990/91;
  • cobros indebidos en concepto de cuotas de calefacción y de gastos generales, durante el curso escolar 1990/91;
  • la falta de la preceptiva autorización para impartición y cobro de las actividades extraescolares y servicios complementarios correspondientes al curso escolar 1991/92.

La delegada de educación privada de UGT Madrid afirma que el Colegio Nuevo Centro tiene aulas semivacías y se le están acumulando denuncias de trabajadores a los que no paga: “Es un colegio claramente venido a menos”. La escuela ha solicitado un concierto educativo para el curso 2020/21, pero la Comunidad de Madrid se lo ha denegado.

Esta semana, un operativo del Ministerio de Trabajo y de la Policía Local de Madrid ha descubierto en el colegio 17 empleados trabajando a pesar de que estaban acogidos a un ERTE.

Una inspección llevada a cabo unas semanas antes dio resultados negativos porque los trabajadores afectados se escondieron. El director y dueño de la escuela reunió al claustro en el comedor y en lugar de decirle a los trabajadores en ERTE que debían dejar de ir a trabajar, presumió de haber esquivado a los inspectores. “Se han ido con la cabeza gacha”, alardeó.

Irregularidades en el proyecto de universidad

El 2009, la Comunidad de Madrid aprobó el reconocimiento de la Universidad Privada “Universidad Tecnología y Empresa”. Según el folleto desplegable de su universidad, esta iba a abrir sus puertas en septiembre de 2010, ofreciendo diez títulos oficiales, entre ellos enfermería, fisioterapia, periodismo, ingeniería informática o pedagogía. El folleto enumera otros títulos que estarían disponibles en el curso 2013/14: derecho, medicina, escuela de líderes, ingeniería nuclear e ingeniería atómica (estas dos últimas eran titulaciones separadas). El proyecto solo preveía una plantilla de 34 profesores, que iban a dividir su tiempo entre el colegio y la universidad.

El propietario compró publicidad en los autobuses de Madrid, dio entrevistas presentándose como el rector y levantó un edificio con 14 aulas para acoger a los futuros estudiantes de la nueva institución. Se prematricularon 620 alumnos para el curso 2009/10, pero la universidad no pudo abrir porque presentó a la Aneca diez títulos en septiembre de 2009 y la agencia estatal los rechazó todos. Acabó verificándolos en 2012, pero el reconocimiento de la universidad había vencido en 2010. La Consejería de Educación ha declarado que, además de estar fuera de plazo, el proyecto incumplía los requisitos minimos legales en cuanto a plantilla de profesorado, planes de estudio e infraestructuras. Durante años, el propietario ha luchado por recuperar su derecho a abrir la universidad, hasta que en octubre del año pasado el Tribunal Supremo inadmitió su último recurso.

A pesar de todo ello, aún hoy, a la entrada de recinto escolar se encuentran dos carteles en cuatro idiomas (español, inglés, alemán y chino). A la izquierda, uno verde dando la bienvenida al “colegio de los niños triunfadores”; a la derecha, otro azul, “la universidad de los líderes”.

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