Precios públicos de matrícula:
¿ya está?

9. Niveles de experimentalidad y coste del servicio: ¿cómo se deciden los precios?

En este apartado intentamos responder a la pregunta siguiente: ¿con qué criterio se decide la diferencia de precio entre estudios con distintos grados de experimentalidad, entre estudios de distintos niveles, o entre estudios habilitantes o no? Los precios siguen dependiendo, según la ley, del “coste del servicio”, aunque todo parece indicar que por poco tiempo, pues en el Proyecto de LOSU aprobado por el Congreso el vínculo entre coste y precio ha desaparecido. En la práctica ninguna comunidad autónoma explicita dicho coste ni el porcentaje de éste cubierto por los precios públicos. La arbitrariedad es tal que, por ejemplo, en los estudios de grado, las CCAA asignan a una misma carrera niveles de experimentalidad muy distintos. Por poner tan sólo un ejemplo, el Grado en Traducción e Interpretación se cuenta entre los de experimentalidad más alta en Cataluña (junto con Medicina o las Ingenierías) y entre los de experimentalidad más baja en Madrid (junto con Administración de Empresas o Historia del Arte). De hecho, el número de niveles de experimentalidad distintos es totalmente dispar entre CCAA. Desde Andalucía, que sólo considera un único nivel de precios para todos los grados (en 1ª matrícula), hasta Castilla y León, el País Vasco y la UNED, que consideran siete niveles distintos de experimentalidad y, por lo tanto, de precios, existe todo el espectro intermedio. Es más, una misma CA ha ido cambiando de criterio a lo largo de los años. Por ejemplo, en Cataluña los niveles de experimentalidad de los grados han sido 4 entre 2001 y 2007, 5 los años 2008 y 2009, 3 desde 2010 hasta 2021 y 2 en 2022. Algo parecido ha ocurrido con los másteres habilitantes: hubo 4 niveles de 2001 a 2005, 2 entre 2006 y 2009, 3 en 2010 y 2011 y, finalmente, 1 desde 2012 hasta hoy. Por poner otro caso como mínimo curioso, en Madrid la 1ª matrícula de las asignaturas del Máster Universitario de Acceso a la Profesión de Abogado cuesta lo mismo en todas las universidades públicas que lo imparten (16,92 € por crédito), pero la 2ª y sucesivas matrículas tienen precios radicalmente distintos según la universidad: mientras en la Complutense y en la Rey Juan Carlos la 2ª matrícula cuesta 42,00 € por crédito, igual que en cualquier otro máster habilitante, en la Autónoma cuesta 48,30 €, en la de Alcalá 60,92 € y en la Carlos III alcanza los 119,23 €. El Gráfico 29 permite analizar de forma más sistemática la diferencia de criterios a la hora de fijar los precios de matrícula de los diversos estudios.

Gráfico 29 Fuente: elaboración propia a partir de las fuentes oficiales indicadas al final de este informe.

  Se constata lo siguiente:

9.1. En cuanto a distinguir niveles de experimentalidad

Grados

Una única comunidad autónoma (Andalucía) ofrece todos los grados a un mismo precio en 1ª matrícula, con independencia de su grado de experimentalidad. En el extremo opuesto, en Asturias el precio de un grado puede llegar a ser un 82 % más caro que el de otro.

Másteres habilitantes o vinculados al ejercicio de una profesión regulada

Diez comunidades autónomas (el curso pasado fueron sólo cinco) ofrecen todos sus másteres habilitantes y vinculados al ejercicio de una profesión regulada a un mismo precio en 1ª matrícula, con independencia de su grado de experimentalidad. En el extremo opuesto, en Castilla – La Mancha el precio de un máster habilitante puede llegar a ser un 56 % más caro que el de otro.

Másteres no habilitantes

Si obviamos los másteres a precios diferenciados, siete comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Castilla y León, Cataluña, Com. Valenciana, Madrid y Navarra) ofrecen todos sus másteres no habilitantes a un mismo precio en 1ª matrícula, con independencia de su grado de experimentalidad. En el extremo opuesto, en Extremadura el precio de un máster no habilitante puede llegar a ser hasta un 80 % más caro que el de otro. Si se incluyen los másteres a precios diferenciados, entonces destaca Madrid, donde un máster no habilitante puede llegar a costar 5 veces más caro que otro en 1ª matrícula.

9.2. En cuanto a distinguir niveles de estudio

Dos comunidades autónomas (Andalucía y Galicia) fijan las mismas horquillas de precios para todos los niveles de estudios, sean éstos grados o másteres universitarios de cualquier tipo. Otras dos (Com. Valenciana y Madrid) igualan las horquillas de precios de los grados y de los másteres habilitantes o vinculados al ejercicio de una profesión regulada, y fijan precios mucho más altos para el resto de másteres (que son la inmensa mayoría). Otras tres (Cataluña, Murcia y Navarra) igualan el precio de los másteres habilitantes al de sus grados más caros. Si no se tienen en cuenta los másteres a precios diferenciados, la diferencia mayor de precios entre niveles de estudios se da en Extremadura, donde el máster más caro cuesta más de 4 veces lo que el grado más barato. Si se incluyen los másteres a precios diferenciados, entonces se produce en Madrid, donde el máster más caro cuesta más de 13 veces más que el grado más barato (y que el máster más barato).

9.3. En cuanto a distinguir entre másteres habilitantes y no habilitantes

Tras la reducción de precios de los másteres habilitantes o vinculados al ejercicio de una profesión regulada, tan sólo dos comunidades autónomas (Andalucía y Galicia) fijan los mismos precios para los másteres que habilitan para o están vinculados con el ejercicio de una profesión regulada en España y los que no. El curso pasado eran cuatro. Así, pues, la aplastante mayoría de CCAA fija precios más altos para los másteres no habilitantes ni vinculados, a pesar de que los másteres habilitantes incluyen estudios con altos niveles de experimentalidad. El caso extremo se da en la comunidad de Madrid, donde el precio de un máster no habilitante puede llegar a ser más de 13 veces más caro que el de un máster habilitante, si se incluyen los másteres a precios diferenciados. Si éstos se excluyen, entonces el caso más extremo es Extremadura, donde un máster no habilitante puede llegar a ser más de 3 veces más caro que uno habilitante, siempre en 1ª matrícula.

9.4. En cuanto a la existencia de másteres a precios diferenciados

Cinco comunidades autónomas (Asturias, Com. Valenciana, Madrid, Murcia y País Vasco) y una universidad directamente dependiente del Ministerio de Universidades (UNED) mantienen másteres a precios diferenciados, algunos de los cuales incluso son másteres habilitantes (3 de los 5 másteres que dan acceso al ejercicio de la abogacía en la Comunidad de Madrid). Estos precios diferenciados deberían haber desaparecido ya hace dos años, el curso 2020-21, pues en mayo de 2020 desapareció la cobertura legal para aplicarlos.

9.5. En cuanto a la repetición de asignaturas

El sistema español de castigar económicamente las segundas y sucesivas matrículas de una asignatura es una anomalía en el conjunto de Europa (véanse los datos publicados por la Comisión Europea) donde, mayoritariamente, la repetición de asignaturas no se castiga económicamente y se aplican otros sistemas para incentivar el progreso académico del estudiantado y estimular la eficiencia en el uso de los recursos públicos. Los pocos países que aplican un castigo económico lo hacen de forma global: son países con matrícula gratuita que aplican precios de matrícula cuando un estudiante a tiempo completo tarda en completar sus estudios dos o más años más de lo previsto en su plan de estudios. En el conjunto de España, los criterios que aplican las distintas comunidades autónomas a la hora de castigar económicamente la repetición de asignaturas no son simplemente discrepantes sino incluso opuestos, en función del nivel de estudios, el nivel de experimentalidad de éstos y el número de repeticiones, tal como se pone de manifiesto en el Capítulo 7.

9.6. Conclusión: ¿hay criterios para fijar los precios?

Las comunidades autónomas siguen sin indicar en sus decretos de precios ni cuáles son los “costes de prestación del servicio” ni qué relación guardan con los precios fijados en cada caso, aunque este requisito parece estar a punto de desaparecer. En todo caso, llama particularmente la atención el hecho de que unas CCAA fijen los mismos precios para grados y másteres y otras los fijen tan distintos. No parece justificado –ni tampoco acorde con la ley vigente– que los precios de los másteres dependan de si habilitan o no para el ejercicio de una profesión regulada en España, pues ello nada tiene que ver con el “coste del servicio”. De hecho, cuesta creer que puedan ser debidas a los “costes del servicio” las diferencias detectadas entre los precios de los distintos másteres (hasta 13 veces superiores entre másteres de una misma comunidad autónoma). Tampoco parece acorde con la ley vigente la pervivencia de másteres a precios diferenciados en cinco comunidades autónomas.

De aprobarse la redacción actual del Proyecto de LOSU, esta variabilidad y falta de justificación de los precios públicos podría consolidarse o incluso ampliarse ya que –caso de no ser modificada en el Senado– comportará la desaparición de cualquier referencia al modo de establecer los precios, y la desaparición también de cualquier limitación o coordinación de éstos por parte de la Conferencia General de Política Universitaria. En esta hipótesis, cada comunidad autónoma podrá fijar los precios que considerara oportunos con la única restricción de hacerlo “dentro de un marco general de contención o reducción progresiva” que no se define ulteriormente, y sin que se prevea una forma de seguimiento o control de dicho “marco”.