Los cambios económicos, sociales y culturales que se han acelerado tras la pandemia también están impactando en el mundo universitario. Además, el uso intensivo de recursos digitales está transformando rápidamente el ámbito de la enseñanza y el aprendizaje.

En este contexto, resultan más necesarias que nunca políticas universitarias bien diseñadas. Para ello se requiere, entre otras cosas, información rigurosa que permita conocer cómo viven, estudian y trabajan las personas que estudian en nuestras universidades, que en España son más de millón y medio: una comunidad caracterizada por una gran diversidad.

Esta diversidad es aún mayor a nivel internacional. Por ejemplo, y gracias a la última encuesta EUROSTUDENT VII (2018-2021), en la que han participado 26 países europeos, pero no España, sabemos que Alemania tiene un 20% de estudiantes viviendo con sus progenitores, mientras que en Francia y Portugal son el 35% y el 50% respectivamente. Por desgracia, no sabemos cuál es esta proporción en nuestro país, ya que España dejó de participar en EUROSTUDENT tras su cuarta edición (2008-2011). Esta falta de información supone un grave problema, especialmente en una situación como la actual, tras una crisis económico-financiera a la que ha seguido una pandemia mundial y después una guerra europea, con todas sus consecuencias, y en un momento en que la docencia en línea está ganando importancia.

Este es sólo un ejemplo de la relevancia de que España vuelva a participar en la encuesta EUROSTUDENT. Por eso es una excelente noticia que el Ministerio de Universidades haya lanzado un llamamiento para que el estudiantado participe en la 8ª ronda de EUROSTUDENT (2021-2024). El acceso a la encuesta estará abierto hasta el próximo día 7 de abril a través del enlace siguiente:

www.eurostudent.eu/Espana

Precisamente, en el último informe EUROSTUDENT destacaban algunas cifras que, en breve, podrán ser confrontadas con la realidad estudiantil en España:

Características generales de la población estudiantil

A pesar de que, en la mayor parte de los países de EUROSTUDENT, las mujeres constituyen la mayoría del estudiantado en la educación superior, existen grandes desequilibrios de género con respecto a la elección de las materias de estudio. En el conjunto de países, las estudiantes se inclinan mucho más por estudiar educación o salud y bienestar que tecnologías de la información y la comunicación o ingeniería, manufactura y construcción.

Acceso y transición a los estudios universitarios

En promedio, el 61 % del estudiantado encuestado indica experiencia previa regular, ocasional o periódica en el mercado laboral. Globalmente, el porcentaje de estudiantes que han trabajado de forma regular antes de ingresar en la universidad es mucho mayor entre quienes provienen de vías alternativas de acceso, distintas al bachillerato.

Entorno social

En general, las personas sin antecedentes familiares de educación terciaria o aquellas cuyos progenitores no son económicamente acomodados tienen más probabilidades de acceder a la educación superior con un retraso de más de dos años tras dejar la escuela, que los hijos e hijas de progenitores con estudios terciarios o económicamente acomodados.

Modos de estudio

Casi el 80 % del estudiantado de los países EUROSTUDENT compagina sus estudios con uno o más trabajos remunerados. Alrededor del 60 % trabaja durante el período lectivo. Los porcentajes más altos de estudiantes que trabajan se encuentran en la República Checa, Islandia, Noruega, Eslovenia, los Países Bajos, Rumanía y Turquía (85 % o más), mientras que trabajar es menos común en Georgia (46 %) y Portugal (49 %).

Usos del tiempo

En promedio, el estudiantado dedica 47 horas a la semana a actividades relacionadas con el estudio y el trabajo. Georgia, Malta y Estonia son los países con dedicación más alta, con una media de 53 horas o más a la semana. En Austria, Finlandia, Suecia, Francia, Alemania y Turquía esta dedicación es inferior en al menos diez horas semanales.

Empleo y trabajo remunerado

Más de la mitad del estudiantado trabaja para cubrir sus costes de vida (68 %), para comprar cosas que de otro modo no compraría (65 %) y/o para adquirir experiencia en el mercado laboral (57 %). La mitad de todo el estudiantado que trabaja combina el estudio con un trabajo remunerado, porque de otra manera no podría estudiar. Del estudiantado cuyos progenitores tienen dificultades económicas, el 73 % trabaja para financiar sus estudios.

Recursos económicos disponibles

Desde una perspectiva macro, y en promedio de todos los países, el estudiantado recibe de su familia o pareja el 36 % de sus ingresos mensuales totales. Los ingresos propios representan el 43 % del total, el apoyo público nacional proporciona otro 14 % y otras fuentes de ingresos constituyen el 7 %.

Dificultades financieras

Cuando los ingresos y los gastos del estudiantado no están bien equilibrados, pueden resultar dificultades financieras. Concretamente, en promedio a lo largo de los países EUROSTUDENT, una cuarta parte (25 %) de las personas encuestadas informa estar experimentando dificultades financieras graves o muy serias. La proporción de estudiantes con dificultades varía entre 17 % y 35 % a través de los diversos países.

Vivienda

En dos tercios de los países, vivir con los padres es la forma más común entre cinco formas diferentes de alojamiento del estudiantado. En casi un tercio de los países, vivir con pareja/hijos es el tipo más extendido. Compartir vivienda con otras personas es la forma de alojamiento para el 13 % de las personas encuestadas, de media en todos los países.

Este breve repaso a algunos resultados de la última ronda EUROSTUDENT, y la ausencia de España en ellos, ponen de manifiesto la necesidad de conocer mejor las condiciones de vida del estudiantado universitario. Y la importancia de esta información para los procesos de mejora y, en general, de decisión en el ámbito de las políticas universitarias, justo cuando este conocimiento es imprescindible para ayudar en el proceso de toma de decisiones para afrontar la crisis.

Esperemos que la incorporación de España a la presente edición de EUROSTUDENT, tras más de una década de ausencia, ayude a mejorar nuestro nivel de información.

Hacemos un llamamiento, pues, a todo el estudiantado para que participe en la encuesta y a todas las autoridades –académicas y políticas– para que impulsen y faciliten dicha participación.
Categories: Monográficos