La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas denuncia que “la información ha ido llegando a cuentagotas y, en muchas ocasiones, ha llegado a ser contradictoria. Informaciones sin coordinación y que han acabado generando en el estudiantado incertidumbre ante lo que va a suceder a partir de ahora y cómo se va a conseguir acabar el curso académico.”
Así mismo, CREU muestra su preocupaciòn porque “La adaptación de la docencia online ha llevado a excluir del sistema al estudiantado con bajos recursos, tanto económicos como tecnológicos, o imposibilidad de conexión. Es en este punto donde las administraciones públicas deben dar respuesta y poner a disposición de sus estudiantes los recursos necesarios para poder continuar su formación en igualdad de condiciones. También es necesario que, tanto las Comunidades Autónomas como el Ministerio, proporcionen soporte al estudiantado en esta situación a través de la adecuación del sistema de becas y ayudas al estudio.”
En su comunicado, CREUP manifiesta su preocupación porque “siguen existiendo dificultades con aquel estudiantado que no ha comenzado sus prácticas o no han alcanzado el 50% de las mismas. Este problema tiene una incidencia especial en determinadas titulaciones como, por ejemplo, aquellas de la rama educativa.” Y continúa afirmando que “se debe proponer un plan de contingencia que recoja esta diversidad con la sensibilidad y excepcionalidad oportunas, que no limite ni retrase la finalización de los estudios de las personas afectadas.” Y también que “Se debe garantizar, en todos estos casos, la calidad mínima indispensable de las prácticas académicas partiendo estas propuestas concretas de las propias universidades.”
El comunicado también propone que “en los estudios que requieren laboratorios o trabajo de campo […] se realicen simulaciones de estas situaciones”, y considera imprescindible “alargar el plazo de presentación de los trabajos de fin de grado o máster”.
