En una carta a la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP), Castells manifiesta sus “excusas sinceras por el tono tal vez frívolo, aunque involuntario” que empleó el pasado jueves durante una comparecencia en el Congreso para relatar la situación de aquellos universitarios que regresaron a sus domicilios familiares durante el confinamiento y ahora no pueden volver a sus residencias de estudio para recoger apuntes que necesitan de cara a los exámenes finales de este curso, de los cuales dijo que aprovecharon el decreto del estado de alarma para volver “alegremente con sus familias” o “a lugares más divertidos que el lugar donde estaban estudiando” y ahora tienen un “problemita”.

CREUP insiste en trasladar su preocupación ante una situación “sin una solución a día de hoy”, aunque espera que se puedan habilitar “salvoconductos” a los universitarios afectados “a la mayor brevedad posible”.

En España, según datos de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas, hay más de 100.000 universitarios que cursan sus carreras fuera de sus comunidades autónomas. El decreto del estado de alarma del pasado 14 de marzo permite el “retorno al lugar de residencia habitual”, algo que aprovecharon muchos estudiantes para pasar la cuarentena en el domicilio familiar.

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