Gran parte de las clases teóricas serán en remoto y las prácticas y seminarios en los campus.

La incógnita es si esta docencia mixta se prolongará todo el año o solo los primeros meses. Así se pone de manifiesto un documento de la sectorial de Internacionalización y Cooperación de la CRUE sobre escenarios de movilidad de estudiantes internacionales.

Las universidades trabajan en tres escenarios posibles de cara a septiembre.

En el escenario más optimista, que la CRUE considera poco verosímil (le atribuye una probabilidad de entre un 20% y un 30%) se mantendrían las recomendaciones de distanciamiento físico, pero no habría limitaciones de movilidad de los estudiantes. En ese contexto se conservarían “metodologías docentes fundamentalmente presenciales” y los exámenes se celebrarían en el aula.

El escenario intermedio (de probabilidad estimada entre el 50% y el 60%) incluiría “aislamiento selectivo o por zonas geográficas, rastreo de contactos…”. En este caso se combinarían docencia presencial y remota según “la evolución de los acontecimientos”. En todo caso, las aulas acogerían entre un tercio y la mitad de su aforo y habría una “reducción del coeficiente de presencialidad en las asignaturas”. Así, las clases teóricas serían online y la evaluación sería no presencial.

En el escenario más aciago (entre 10% y 20% de posibilidades), provocado por un “aislamiento masivo de la población”, tanto la docencia como la evaluación serían on line, como ocurre en este final de curso.

Los estudiantes de la Universidad Carlos III de Madrid fueron informados el pasado jueves mediante un correo electrónico. Recibirán las lecciones teóricas desde casa y se pretende que acudan al campus al menos al 50% de las horas totales. También las carreras de humanidades —no solo las técnicas o científicas— programan seminarios. Los grupos magistrales se dividen en tres y en los grados experimentales en seis.

Noticia en El País

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