En Alemania la investigación se basa en un modelo dual, según el cual las universidades se especializan en la formación de nuevo personal investigador y el liderazgo de la investigación  está en manos de cientos de -prestigiosos y muy bien financiados- institutos de investigación independientes (Max Planck, Leibniz, Helmholtz y Fraunhofer). En 2017, por ejemplo, a pesar de que Alemania gastó el 3% de su considerable producto interior bruto en investigación y desarrollo (el más alto de la Unión Europea), sus universidades recibieron solo el 17% de estos fondos; una parte significativamente mayor se destinó a los institutos.

Sin embargo, a pesar de su inferior financiación y de sus entornos de investigación menos que óptimos – sin mencionar sus responsabilidades docentes-, las universidades producen la gran mayoría de las nuevas investigaciones científicas y tecnológicas alemanas, y la productividad de su personal investigador es comparable a la del perosnal de los institutos, que no tiene las considerables tareas docentes habituales hoy en día en las universidades alemanas.

Artículo en Journal of Consumer Policy

Resumen en Times Higher Education

 

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