Miguel Carmelo, también presidente de la patronal de multinacionales estadounidenses en España, presentó en 2007 una tesis doctoral con 64 páginas idénticas a otra tesis presentada siete años antes.

“Quienes conducen una universidad deben coincidir con integridad en el respeto a los valores y a los fines que buscaron quienes tuvieron la iniciativa de fundarla”, señala una de las frases copiadas en la tesis. Uno de los fundadores de la Universidad Europea y, administrador único de ésta, fue condenado en 2004 por defraudar a Hacienda 2 millones de euros, y posteriormente fue indultado.

La Universidad Europea empezó en 1989 bajo el nombre de Centro Europeo de Estudios Superiores, como centro adscrito a la Universidad Complutense. En 1998, el grupo estadounidense Sylvan —que posteriormente pasó a denominarse Laureate International Universities, transformado en fondo de capital riesgo dedicado al sector educativo— se vio entonces como un pelotazo urbanístico, ya que comportaba que el grupo estadounidense se quedara con terrenos que habían sido previamente vendidos a la universidad por el Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón para fines académicos.

En 2017, ante la deuda de 35 millones de euros que Hacienda reclama a la universidad, Laureate International Universities decide jubilar a Carmelo, pero, en 2019, el fondo de inversión Permira se hizo con la universidad por 770 millones de euros, y con él volvió Carmelo. Su vuelta fue seguida al poco tiempo, en febrero de 2020, por la venta la residencia Leonardo Da Vinci que la universidad tenía en Villaviciosa de Odón, la petición al profesorado de la elaboración de material didáctico para las clases online, la reducción de clases presenciales con carácter permanente y el posterior expediente de regulación de empleo que afectará a 275 trabajadores, a pesar de que los ingresos por matrículas aumentaron en el curso 2020-2021.

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