• Crearon una compañía exclusivamente para firmar después un convenio con la universidad para usar las instalaciones públicas para su negocio durante 25 años.
  • Ramos consiguió que el campus autorizara las obras, que costaron cerca de un millón de euros.
  • Cada socio aportó un capital inicial de 126.000 euros, salvo el rector porque “nos va a aportar muchas más cosas y de muchísimo más valor que la parte en metálico”.
  • Sobre el pliego del concurso para construir el hangar: “Me temo que aunque no sea ni abogado ni arquitecto ese pliego de condiciones me lo voy a escribir yo :-)”.

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